2 de febrero de 2010

Hola, hoy siento la necesidad de escribirte. Me gustaría contarte algunas de las cosas que me pasan en este momento. Te necesito, necesito que me escuchen, que me hablen y que me hagan reír, así como lo hacés vos. Me siento mal, porque ya no aguanto tener que pasar por esto siempre, ponerme a llorar siempre, extrañarte siempre, necesitarte siempre. Me cuesta despegarme de vos, porque tengo miedo de perderte, porque para mí sos la última esperanza que tengo. Llegaste a mi vida en un momento en el que me costaba mantenerme firme, me costaba levantarme cada mañana, en fin, me costaba vivir. Estaba desesperada. Pensaba que las cosas solo iban a empeorar y, de hecho, así fue, porque cada vez me iba encerrando más en mi mundo sin dejar entrar a nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario