2 de febrero de 2010

<< ¿Qué te falta? >> Me vuelven a preguntar. Me faltan ganas de vivir . ¿Capricho? Más bien cansancio, diría yo. Quise ser, tener pero perdí todo el poder, ya no tengo control de nada, ni siquiera de mí misma. Le entregué la vida al diablo y le prometí que jamás volvería a buscar a Dios. Ni tampoco dejaría que me encontrara. Me escondo de Él y del mundo a su vez. No quiero volver a intentar, sólo quiero no despertar. Es un deseo difícil de explicar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario